Alianza, pasión y dedicación en el arte de rehabilitar edificios

Comprobar la complicidad y la conexión que comparten Massimo Preziosi y Quim Ortega es fácil tras la primera impresión que causan. Con gestos entusiastas, estos dos amigos están unidos por una pasión común: la arquitectura. Hace años, sus caminos se cruzaron en un estudio de arquitectura de Barcelona, donde colaboraron con otros socios en numerosos proyectos. Desde entonces, han mantenido una excelente relación tanto personal como profesional. Cada uno trabaja desde su despacho en sus respectivos proyectos y, cuando se presenta la ocasión, colaboran de forma estrecha y se complementan como si fueran la extensión el uno del otro. Hoy hemos charlado con ellos para conocer su admiración por rehabilitar edificios con historia.

“Para nosotros, cada edificio tiene una historia que contar”, asegura Massimo Preziosi de forma animada. Quim asiente y añade: “Nos gusta trabajar con Núñez i Navarro en Barcelona porque es un cliente abierto a debatir ideas sobre la rehabilitación de sus edificios. Cuando lo tiene claro, va a por todas con el objetivo de mejorar el entorno de las personas”.

Massimo Preziosi define a Quim Ortega como un arquitecto incansable. Menciona que, a diferencia de su formación más teórica en Italia, “Quim tiende a enfocarse en el objeto arquitectónico y en los materiales, un aspecto fundamental en las reformas”. Por su parte, Quim define a Massimo como un arquitecto que representa esa parte sutil, no tan visible, pero crítica de cualquier proyecto. Suele empezar investigando y recopilando información para comprender la esencia del lugar. En los momentos creativos, las ideas de ambos son intercambiables y colaboran eficazmente sin que sus egos interfieran. Quim señala que: “aunque a veces tenemos diferencias, trabajamos muy bien en equipo”.

Después, ambos nos explican cómo desarrollan cada proyecto que les encargan sus clientes, el Grup Núñez i Navarro entre ellos. Varía según la carga de trabajo de cada uno. “Si uno de nosotros va más liado, el otro toma la iniciativa y viceversa”, manifiesta Quim para asegurar, después, que la fase creativa no es un proceso lineal, sino que tiene sus altibajos hasta llegar a una decisión. “A menudo, Massimo avanza rápido en un proyecto, y luego yo intervengo y desmonto lo hecho y le doy otro enfoque o al revés. Y así vamos desarrollando el proceso”.

La verdadera sostenibilidad está en la rehabilitación

Según ellos, la palabra “rehabilitar” puede tener varios significados. “Depende del interés del cliente y de lo que se quiera desarrollar en el proyecto”, manifiesta Quim. A veces, ambos pueden sugerir aspectos de la rehabilitación que no se habían considerado en un inicio, dándole un sentido más profundo a la reforma. Massimo también comenta que, desde un punto de vista intelectual, le resulta mucho más interesante trabajar con un edificio ya construido. Afirma que la mente trabaja mejor sobre un objeto existente, ya que resulta estimulante adaptar el proyecto a algo ya existente. “La verdadera sostenibilidad está en la rehabilitación, ya que las ciudades no pueden seguir expandiéndose hasta el infinito y es necesario trabajar con lo que ya existe”, sentencia.

Los desafíos de la rehabilitación de edificios en Barcelona

Quim Ortega señala que las dificultades en los proyectos de rehabilitación en Barcelona varían mucho, dependiendo del edificio, su edad y cómo fue construido, ya que cada uno tiene sus particularidades. “Incluso desde un punto de vista de ego profesional, es muy interesante cambiar la fachada de edificios anodinos de los años 70. Restaurar un edificio histórico implica en cambio devolverle su belleza, aunque no te permita mucho margen de maniobra a la hora de hacer cambios”, explica Massimo Preziosi.

Ambos aseguran que Núñez i Navarro es el cliente ideal. “Cuenta con una gran capacidad y conocimiento técnico. Tienen muy claras sus expectativas en muchos casos. Son muy directos como clientes lo que facilita trabajar con ellos. Son tan estrictos como nosotros en el desarrollo de los proyectos y esa cualidad hace que nos complementemos bien”. Massimo añade que la experiencia previa como constructora “facilita nuestra comunicación, ya que no se trata de un cliente ajeno al mundo de la construcción sino todo lo contrario. Entienden claramente los procesos y métodos constructivos”.

De los edificios que han reformado en Barcelona, han aprendido varias lecciones. Les apasiona lo que hacen y lo ligan a un concepto que les motiva: la sostenibilidad. Quim Ortega agrega: "Cuando un edificio se vuelve obsoleto, nos preguntamos por qué derribarlo si se puede aprovechar. Si hay posibilidad de ahorrar energía y materiales reutilizando lo que ya existe, ¿por qué no hacerlo? Se trata de mejorar lo que se va a reemplazar".

Tanto Massimo como Quim comparten un mismo enfoque arquitectónico. En sus proyectos buscan soluciones simples, sencillas y equilibradas. Mencionan que, aunque están abiertos a abordar alternativas más llamativas si el cliente lo desea, generalmente prefieren ofrecer soluciones bien estudiadas y serenas. Un buen ejemplo de este enfoque es el edificio de oficinas Marina Factory que rehabilitaron en la Rambla de la Marina de L'Hospitalet. Preziosi explica que originalmente solo les encargaron la fachada, pero al analizar el edificio descubrieron que la estructura interna necesitaba organización. Propusieron rehacer las escaleras y añadir nuevos ascensores, lo que transformó el edificio existente en uno nuevo bien ordenado. En concreto, se centraron en reorganizar las comunicaciones verticales, como las escaleras y patios nuevos, así como las zonas comunes. También menciona que jugaron con los colores en el diseño, asignando un código de color distinto a cada una de las cinco plantas.

La evolución de la prefabricación

Una de las estrategias recurrentes de sus proyectos es el interés en la industrialización del proceso constructivo, para que éste sea más eficiente y seguro. En dos de las reformas integrales de fachada de edificios de oficinas realizadas para el Grupo, ambas con un alto grado de obsolescencia y mal aislamiento térmico y acústico (Gran Via 641 y Diputación 303), se han utilizado unos paneles tridimensionales de hormigón prefabricado.

A través de una estrecha colaboración con otras compañías del sector, se han diseñado unos elementos modulares cuyo montaje rápido ha permitido un ahorro significativo en la ejecución de la obra. La gran ventaja de estos paneles de última generación es la menor cantidad de hormigón utilizado (solo 4 cm de espesor respecto a los paneles prefabricados de los años 70, de 10 -12 cm), un armado interior hecho con acero reciclado y, gracias a su aspecto pétreo, su gran capacidad de integración en el entorno urbano del Eixample decimonónico barcelonés.

Consejos para los jóvenes arquitectos sobre rehabilitación arquitectónica

Para los jóvenes arquitectos que se enfrentan por primera vez a un proyecto de rehabilitación, Quim recomienda lo siguiente: "Es crucial entender la historia del edificio: qué le ha ocurrido, cómo se construyó, cuántas veces se ha rehabilitado. Investigar en archivos y conocer su historia es esencial".

Nuestras viviendas del Carrer Ample 11-13 podrían ser un buen ejemplo de lo expresado debido a las consideraciones y metodologías específicas que requirió este proyecto. Massimo Preziosi explica que, abordar un proyecto de este tipo, implicó dialogar con el Ayuntamiento de Barcelona debido a la protección patrimonial del edificio. Cambiar el uso del edificio, que en última instancia fue sede de la escuela Elisava y en origen la Sociedad de Crédito Mercantil, para convertirlo en viviendas implicó numerosas conversaciones con el departamento de Patrimonio. “Estamos hablando de un edificio que recibió un premio de arquitectura en el año 1900, dato que añade mucho valor al proyecto de rehabilitación”.

Dentro del contexto europeo, ambos arquitectos consideran que Barcelona se encuentra al mismo nivel que otras ciudades como Londres o París. “En lo que se refiere a la rehabilitación del patrimonio histórico, se está haciendo más o menos lo mismo que en nuestro entorno”, matiza Massimo Preziosi. Los dos arquitectos comparten una convicción firme: preservar la memoria de los edificios mediante su revitalización es la estrategia más efectiva y sostenible, trascendiendo así las tendencias pasajeras que, en ocasiones, invaden la arquitectura.