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Yve Ramírez: “Los cambios individuales suman. Hay que buscar cómo multiplicar”

Escrito el 14/02/20 · Tiempo de lectura: 11 minutos
Yve Ramirez entrevista

El cambio hacia la sostenibilidad es imprescindible para que podamos seguir habitando el planeta. Actualmente, la información que recibimos sobre el cambio climático es alarmante. Los expertos apuntan que en 2020 se superarán los 500 millones de toneladas de plástico producidas anualmente, cifras que suponen un aumento del 900% respecto a los niveles registrados en 1980. La buena noticia es que existen caminos para evitar todo esto. Uno de ellos consiste en cambiar los hábitos de consumo y evitar la tendencia del “usar y tirar”, en definitiva, sumarse al cambio hacia el movimiento del Zero Waste.

Y si de usar y reusar hablamos, Yve Ramírez es nuestra mujer. Ella es divulgadora medioambiental, activista y autora del blog ‘La Ecocosmopolita’, una de las plataformas de referencia de este movimiento. Aunque no se considera una experta, sí que conoce a fondo las propuestas y medidas necesarias para conseguir vivir de forma más sostenible, sin residuos y aprovechando los recursos. Tras participar en el ciclo de entrevistas Born in the Seventies que organiza Seventy Barcelona cada semana, Yve ha querido mostrarnos cómo podemos lograr un estilo de vida respetuoso con el planeta. ¡Coge papel y lápiz que esto te interesa!

¿Qué significa para ti ser sostenible?

Te diría que, hoy en día, sostenible seguramente no lo somos ninguno de nosotros, ya que la sociedad y todo lo que nos rodea nos lleva a todo lo contrario. Partiendo de este punto podemos definir la sostenibilidad como una intención. Entonces ¿qué debemos tener en cuenta? Sobre todo, cómo consumimos. Por ejemplo, mi libro se centra en la basura. Y de hecho, toda la basura que producimos no es más que un reflejo de la moda de consumo que tenemos. Es el rastro que dejamos al consumir. La clave está en qué consumimos, cómo, cuándo, cuánto y de dónde viene. Si consumimos menos, de mejor calidad, más ecológico y más sostenible de origen, podemos hacer mucho más. Si la mala noticia es que lo estamos haciendo muy mal, lo bueno es que tenemos mucho que mejorar, hay mucho camino que recorrer.

Yves Ramirez entrevista

Personalmente, ¿cómo viviste este proceso hacia la sostenibilidad?

En mi caso fueron una serie de momentos. El principal fue cuando llegué de Caracas a Barcelona, en el año 2001. Caracas es una ciudad con mucha influencia americana en el consumo, en la que dependes del coche para vivir, y una ciudad en la que todavía no hay reciclaje. Cuando llegué a Barcelona, me di cuenta de que el escenario era totalmente diferente. Podía prescindir del coche y moverme en bici o en metro por toda la ciudad, podía separar la basura en tres contenedores… empecé a asumir el cambio, que las cosas debían hacerse así.

Otro momento muy muy importante para mí en este proceso fue cuando en 2006 nació mi primera hija, allí empecé a plantearme todo lo relacionado con la alimentación, cuidados… Tenía clarísimo que quería que se alimentara de alimentos de verdad y luego me di cuenta de que si eran ecológicos podía ser mejor para ella. Con esto incorporé un montón de alimentos exóticos, nuevos, muy sanos y ecológicos. En este punto me di cuenta de que al estar comiendo tantas cosas que venían de la otra punta del mundo, por muy ecológicas que fueran, se trataba de una acción que debía tener un gran impacto ambiental. Es decir, aunque yo estaba tratando de cuidar a mi hija, mi actuación estaba teniendo un impacto a nivel global, estaba perjudicando al planeta.

Todo este proceso personal continuó un tiempo más y en 2013 vi que podía compartir mi cambio y allanarle el camino a los que vinieran detrás. No por considerarme una experta, sino para compartir mis reflexiones y ayudar a alguien a unirse al proceso. Así es como nació el blog de La Ecocosmopolita.

Entonces la motivación de crear el blog en 2013 se centró en querer transmitir todo lo que tú habías podido ver y todo sobre lo que habías podido reflexionar.

Yo siempre digo que todos los cambios individuales suman. Pero hay que buscar un momento en el que puedas multiplicar de alguna manera. Normalmente cuando has hecho muchos cambios te das cuenta de la urgencia que hay, de que eso que estás haciendo sirve, pero hay que hacer más. Entonces entra en juego el activismo. Creo que es muy importante crear iniciativas y espacios como éste, que ayuden a concienciar del cambio dentro y fuera de casa.

¿Y qué pueden encontrar los usuarios en La Ecocosmopolita?

Alternativas, no opciones. Hay que explicar el problema, mostrar que podemos cambiar de hábitos y encontrar alternativas, y dar consejos sobre qué es lo correcto. Hay que tratar de dar pistas sobre cambios en el día a día. También doy mucho espacio a los proyectos que lo están haciendo bien, empresas con las que hago colaboraciones y me parecen que son buenos ejemplos que merecen conocerse.

Además, desde 2016 tenemos alternativas físicas. Contamos con una cooperativa que llamada “Usar y reusar”, que está enfocada específicamente al tema de residuos. Nos dimos cuenta de que la gente tenía la información pero no aplicaba el cambio en su día a día porque no tenía acceso a determinados artículos, entonces decidimos ofrecerlos en la tienda y en la web.

Tu filosofía se basa en el Zero Waste, ¿cómo encaja esto en una sociedad consumista como la nuestra que no le da un segundo uso a las cosas?

Es un desafío, un reto al que por suerte cada vez más personas se están sumando. Es muy importante pensar que ese cero es muy relativo, que es algo inspiracional, un horizonte sobre el que caminar, no algo aplicable en nuestro día a día al cien por cien. Este movimiento es una inspiración para muchas personas y lo ha convertido en algo “cool”. Cuando yo abrí el blog en 2013, los primeros artículos que escribí sobre cómo reducir residuos los escribí pensando que no los leería nadie, y sin embargo ahora hablar de todo esto está de moda.

Y ¿qué crees que ha influido en que este tema se haya hecho tan atractivo en tan poco tiempo?

Yo creo que las redes sociales han sido muy importantes, hay grandes bloggers que han logrado que esta información, que podría ser frívola, se convierta en algo aspiracional. Han unido un minimalismo estético con la búsqueda de sostenibilidad y yo creo que esto es algo muy positivo. Sí que es cierto que al buscar Zero Waste en Instagram encuentras fotos muy bonitas y con una buena dosis de postureo, pero aun así, ese es un buen punto de entrada. Mi punto de entrada fue la alimentación de mi hija y a partir de allí aprendí, pero cualquier punto de entrada es válido. Desde diferentes caminos podemos llegar al mismo lugar. Y aunque quieras hacer postureo con una foto en Instagram, empiezas a aprender más de cómo realmente puedes llegar a ese Zero Waste, porque necesariamente vas a tener que tirar de las implicaciones sociales que hay detrás de eso, y de las implicaciones económicas, y de las implicaciones ambientales más profundas. Entonces, bienvenido sea el postureo.

Si tuvieras que dar algunos consejos clave a aquellas personas que quieren empezar a ser sostenibles, ¿cuáles serían?

Hay uno que puede parecer muy inmenso pero en realidad es básico: piensa en cosas que deshechas en tu día a día. ¿Tomas un vaso de un café en un vaso de usar y tirar cada día?, ¿te llevas el bocadillo envuelto en un papel que vas a acabar tirando a la basura?, ¿bebes un mojito el fin de semana en un vaso con pajita de plástico? Todas estas cosas que tiras cada día son sumamente fáciles de eliminar porque son muy predecibles, solo hay que tener la precaución de llevártelo de casa. Utensilios para comer, botellas de agua reutilizables, bolsas de tela que sustituyan a las bolsas de plástico. Hay muchas alternativas que se adaptan al estilo de vida de cada persona.

Lo que pasa es que muchas veces estos productos se relacionan con un precio más alto o que parece que tienes que desembolsar más dinero en estos productos. ¿Estás de acuerdo con esto? ¿Cómo podríamos revertir este pensamiento?

No es una inversión significativa, es una inversión que haces para muchos años. Compras puntualmente algo de buena calidad y sabes que te durará. Por otra parte, hay otros aspectos que te ayudarán a ahorrar muchísimo dinero. Por ejemplo, en todo lo relacionado con la higiene femenina terminas ahorrando muchísimo, las compresas menstruales reutilizables y la copa menstrual son el claro ejemplo. Muchas llegamos a ellas por temas ambientales, otras por practicidad, o incluso por temas de salud (irritaciones, dolor, alergias…). Entonces, además de comodidad e higiene, terminas ahorrando dinero, porque inviertes una sola vez en algo que te dura. Además, cuando hablamos de una vida basada en el Zero Waste, hablamos de consumir menos siendo más eficientes y racionales. Al final esto supondrá un ahorro que compensará cualquier inversión que hayas tenido que hacer.

Hablamos un poco ahora de Barcelona. ¿Cómo debería aplicarse esta ideología de sostenibilidad y consumo responsable en una ciudad como Barcelona?

Parece mentira pero en Barcelona lo tenemos muy fácil. A veces es más difícil en los pueblos porque igual no tienen nada más que un gran supermercado, no tienen alternativas. Yo en mi barrio del Clot compro leche, queso, harina y mantequilla a granel en una tienda, compro desde cereales a chocolate, e incluso cerveza. Hay muchísimas cosas en Barcelona, la oferta ahora es brutal, no como hace diez años que tenías que desplazarte a dos grandes tiendas que sólo había en el centro. Ahora tienes muchísimas alternativas casi en cualquier barrio.

Y en este sentido, ¿qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal? O mejor dicho, ¿en qué debemos mejorar?

Como ciudadanos, tenemos un bombardeo enorme de publicidad que nos lleva al sobreconsumo. De la misma manera que tenemos todas estas tiendas a granel, tenemos tiendas que cambian de colección cada dos semanas. Como consumidores es súper importante que asumamos la necesidad de un cambio hacia la reducción del consumo. A nivel municipal Barcelona tiene una política de residuo cero bastante seria. Los vasos y los platos reutilizables en fiestas de barrio demuestran que cada vez hay más conciencia y se está asumiendo más el cambio, pero aun así, queda mucho por hacer.

Respecto al tema de la vivienda, que es un espacio en el que pasamos la gran parte de nuestro tiempo, ¿qué consejos podemos aplicar para hacer de estos espacios más sostenibles y verdes?

En primer lugar tenemos que hacer una buena revisión de nuestra lista de compra. Después, reducir el cubo de restos de basura y separar bien las cosas reciclables. Por ejemplo en mi casa yo acabé quitando por completo el contenedor de restos, porque me daba cuenta que siempre acababa llegando algo ahí. También importante tener espacios para tirar todos aquellos residuos que no van a los contenedores clásicos pero que sí deben ir a un punto verde. Por otro lado, si el agua de la casa no es buena o termina teniendo muy mal sabor, siempre puedes poner un buen filtro. Y más allá de esto, todo lo relacionado con la eficiencia energética, pero no es mi especialidad.

Yves Ramirez cambios

Parece que el movimiento debe empezar por uno mismo e ir de menos a más.

Sí, se trata de intentar buscar una solución para un problema que tú ves muy claro y plantear a los demás alternativas bien explicadas que inciten al cambio. También es muy eficaz todo el tema de charlas sobre sostenibilidad para empresas, porque mueven la inquietud de las personas y al final, si se unen 10 o 15 personas seguro que les cuesta menos lograr un cambio en la empresa que a una sola persona.

Ahora está en auge una tendencia hacia la preocupación, sobre todo de los más jóvenes, acerca del cambio climático, ¿cómo valoras eso?

Es fantástico, creo que le debemos tanto a Greta Thunberg… Está genial que se hable de cambio climático, que es un tema duro de tratar y que habla de cosas que la gente muchas veces no quiere oír. El hecho de que ella se plante con esta seriedad y diga que tenemos que hacer algo urgentemente porque estamos ante una emergencia, que lo asuma con esa gravedad, ha sacudido a mucha gente y ha servido de inspiración sobre todo para muchos jóvenes. Y es algo fantástico.

Poco a poco van apareciendo tendencias más enfocadas hacia la sostenibilidad, ¿estamos realmente más cerca de revertir este problema?

Yo pienso que sí, es un cambio que se está acelerando, sin embargo, cada vez también se consume más de todo y generamos más plástico y más basura. Aun así, de 2013 hasta hoy ha habido un cambio increíble y creo que 2019 ha sido un año muy importante gracias justamente a este movimiento juvenil del que hablábamos. Yo me aferro a esa esperanza.

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¿Y qué crees que necesitamos ahora para que ocurra realmente esa concienciación colectiva?

No lo sé, quien quiere ver lo que está pasando ya lo ve. A las personas nos cuesta encontrar esos puntos de inflexión cuando se trata de temas tan globales, entonces creo que es importante que cada vez seamos más quienes traslademos esta conciencia al resto. La base está en generar conciencia acerca de la influencia y la implicación individual de cada uno en el cambio, ya sea desde la escuela, en el trabajo, desde casa… para ver de qué forma uno puede proponer e implementar cambios en cada comunidad.

** Imagen Portada: Luis Padilla