¿Qué visitar en el centro de Barcelona? Arte, historia y gastronomía muy cerca del Hotel 1898
El Hotel 1898 concentra numerosas señas de identidad de Núñez i Navarro Hotels. Ubicado en el seno de la antigua sede de la Compañía General de Tabacos de Filipinas, H1898 deja boquiabierto a todo aquel que se adentra en él por su puerta giratoria de madera de caoba y que realiza un viaje en el tiempo a través de su marmoleo vestíbulo hasta llegar a un lobby colonial. ¡Efecto wow! desde el primer momento.
A su interiorismo evocador hay que sumarle una excelente ubicación en el corazón de La Rambla que nos permitirá acceder a una Barcelona milenaria, desde los vestigios de la romana Barcino hasta los palacetes medievales de la calle Montcada. Más de 15 siglos de arte, historia y cultura que visitar en un radio de tan sólo 15 minutos desde el hotel. ¡Acompáñanos!
Nuestra propuesta comienza bien cerquita. A dos minutos del Hotel 1898. Allí se encuentra el Palau de la Virreina, uno de los máximos paradigmas del Barroco catalán que ha sido reconvertido en un centro de exposiciones temporales. El edificio fue construido por orden de Manuel Amat, antiguo virrey del Perú. Tras su prematura muerte, el edificio fue ocupado por su viuda, que acabó dando al lugar el nombre con el que ha llegado hasta nuestros días. Desde el punto de vista arquitectónico, son destacables algunos de los elementos que conforman el recinto: su fachada principal estructurada simétricamente en ejes verticales o su patio interior, que posee una doble escalera desde donde apreciar los grandes ventanales de los salones.
En la actualidad, las dependencias y el patio acogen la sede del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) y en sus amplias salas se muestran diversas exposiciones temporales, así como presentaciones, investigaciones, ponencias, publicaciones y otras actividades que tienen por objeto difundir la cultura en la ciudad de Barcelona.
MACBA y CCCB: Cultura Contemporánea en el Raval
Nos adentramos a continuación en el Raval, que en el medievo quedaba extramuros y donde se concentraban los huertos, conventos y lupanares que la atestada Barcelona medieval ya no era capaz de albergar. Así, se fue generando un entramado de callejuelas estrechas y edificios pequeños que acabaron dando forma a un nuevo barrio hasta ser absorbido por la ciudad y protegido con nuevas murallas. Uno de aquellos monasterios, tras diversos usos, ha sido reconvertido en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), un espacio para la creación, la investigación, la divulgación y el debate de la cultura contemporánea. A través de exposiciones temáticas y otros formatos de producción propia, el CCCB centra su actividad en la investigación creativa y en la producción de conocimiento, presentando a la sociedad el fenómeno urbano entendido como un generador de acciones artísticas, pero también sociológicas y urbanísticas.
A un minuto de allí, tenemos el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), cuyo edificio fue diseñado por el arquitecto Richard Meier. El museo cuenta con una colección permanente de más de 1.600 obras, dedicadas en su mayoría al arte catalán y a diferentes tendencias foráneas que han influido en él. Miquel Barceló, Jean Michel Basquiat, Miguel Ángel Campano y Antoni Tàpies son algunos de los creadores representados en la colección del MACBA. También se organizan numerosas exposiciones rotativas, conferencias y todo tipo de actividades relacionadas con la difusión del arte de vanguardia.
La Boqueria: una auténtica experiencia visual y gastronómica
Deshacemos nuestros pasos y volvemos hacia La Rambla. A menos de cinco minutos del H1898 tenemos otro de esos iconos que todo viajero lleva en su lista de visitas imprescindibles en Barcelona: La Boqueria. Allí vibra el estómago del mundo. Tradición y modernidad. Localismo y exotismo. Y es que en el mercado de Sant Josep-La Boqueria cohabitan a diario los vecinos de Ciutat Vella, que hacen allí su compra habitual, con los millares de turistas que acuden fascinados por los ecos que lo califican como el mejor mercado del mundo.
Sea por su fachada modernista, sea por sus productos de calidad y proximidad, o bien por el exotismo de algunas de sus propuestas gastronómicas, La Boqueria no deja indiferente a nadie. Sin perder la esencia ni la funcionalidad principal de mercado de barrio, este icónico lugar ha sabido aprovechar su ubicación estratégica en medio de Las Ramblas para captar la atención de los turistas, hasta convertirse en parada obligatoria en las principales guías de nuestra ciudad.
El Palau Güell, la primera gran obra de Antoni Gaudí
Nuestro recorrido sigue Rambla abajo, en dirección al mar, hasta detenernos en la calle Nou de la Rambla para contemplar la primera gran obra de Antoni Gaudí: El Palau Güell, una mansión de estilo modernista encargada por su amigo y mecenas Eusebi Güell. La Unesco catalogó el edificio como Patrimonio de la Humanidad en 1986, exactamente 100 años después de que Antoni Gaudí comenzara a diseñarlo.
La fachada principal está construida con piedra de la costera población de Garraf. Desde el exterior se pueden ver las iniciales del propietario del edificio, EG, y el escudo de Catalunya. El arquitecto lo pensó todo al detalle: la entrada está diseñada para recibir los carruajes y conducir directamente a los invitados a las escaleras de la casa. En el interior, todo es buen gusto y distinción: columnas de mármol, techo cubierto de piedras preciosas al estilo mudéjar, una cúpula impresionante que permite el paso de la luz, persianas venecianas de madera decorada con cerámica o el famoso trencadís gaudiniano con los pequeños trozos de mosaico.
Museu Marítim: La historia de Barcelona y el Mediterráneo, contada a través de sus barcos
Desde el Palau Güell podemos volver hacia La Rambla y seguir bajando hasta el monumento a Colón o bien callejear por el Raval hasta nuestra próxima parada: El Museu Marítim, uno de los más ricos del Mediterráneo, con más de 80 años de historia. El museo se sitúa en el histórico edificio de las Atarazanas Reales, uno de los pocos testimonios arquitectónicos medievales de este tipo que se conservan en todo el mundo. De gran belleza y espectacularidad, su origen debe buscarse en los siglos XIII y XIV, cuando la Corona de Aragón emprendió su aventura Mediterránea hacia Baleares, Córcega, Cerdeña y Sicilia.
El Museo Marítimo es un majestuoso edificio de 18.000 m² que representa una catedral marítima con naves góticas sobre pilares. En su interior, destaca la impresionante reproducción a tamaño original de la Galera Real de Don Juan de Austria, famosa por liderar la escuadra cristiana en la legendaria batalla de Lepanto. El museo alberga una colección de más de 6.600 piezas, la más importante del sur de Europa, que narra la fascinante relación entre el hombre y el mar. Desde las expediciones a América hasta la histórica primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, pasando por diversas maquetas de embarcaciones emblemáticas, el Museo Marítimo es una travesía llena de sorpresas que nos sumerge en el fascinante mundo marino y su impacto en la historia de Barcelona.
Vuelta al hotel – El Nido
Llega el momento de hacer un pequeño break en nuestra ruta para reponer fuerzas. Para ello proponemos deshacer lo andado y subir Rambla arriba hasta llegar de nuevo al H1898. Allí nos espera el restaurante El Nido, un oasis de paz que contrasta con el bullicio incesante de La Rambla, que podremos contemplar desde las ventanas de este edificio único. Su nombre se eligió en honor a uno de los municipios más grandes de la isla de Palawan, en Filipinas. El Nido es reconocido por sus inmaculadas playas paradisíacas y se encuentra reflejado en la magnífica colección de imágenes que la fotógrafa Maria Espeus hizo en 2006 del archipiélago filipino para ilustrar las paredes del Hotel 1898. La calidad de las materias primas que se sirven en El Nido, principalmente pescado, es la marca distintiva del menú diseñado por su chef. Una propuesta gastronómica tradicional con productos de calidad, emplatados creativos y una interpretación única de los clásicos platos internacionales, con toques de cocina asiática, marroquí, mexicana y mediterránea. Un auténtico placer para los sentidos.
El Gòtic, de la Barcino romana a la ciudad medieval
Ahora que ya hemos recargado pilas, podemos seguir disfrutando de grandes experiencias cerca del Hotel 1898. Para ello, cruzaremos la Rambla, dejando atrás el Raval y adentrándonos en el actual barrio. Allí podremos encontrar algunos de los vestigios de la antigua colonia romana Barcino, que dio origen a la ciudad y cuyo Foro se ubicaba junto al actual foro de la ciudad, la Plaza de Sant Jaume donde encontramos el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat. De esa época se conservan in situ las Columnas del Templo de Augusto, que hoy son el principal atractivo del Centre Excursionista de Catalunya. Otros restos arqueológicos de la Barcelona romana se encuentran en la plaza de la Villa de Madrid y en el Museo de Historia de Barcelona.
Desde allí podremos realizar un agradable paseo, callejeando y perdiéndonos por sus estrechas vías. Más pronto que tarde acabaremos dando con la Catedral de Barcelona, iglesia principal de la ciudad y que está construida en estilo gótico. Los orígenes de este templo se remontan al siglo IV, vinculados a la devoción de Santa Eulalia, quien sufrió martirio a una temprana edad. Aunque el templo ha sido sometido a diversas transformaciones a lo largo de la historia, la catedral adquirió su aspecto actual en el siglo XIX. Presenta una estructura de tres naves y una serie de capillas secundarias a lo largo de la basílica. Un destacado claustro medieval con insignias de gremios de Barcelona y la presencia de 13 ocas, simbolizando los martirios de Santa Eulalia, también son parte del conjunto arquitectónico. En el interior del museo de la catedral, se exhibe el valioso trono de oro del rey Martí el Humano, uno de los tesoros más importantes de la ciudad.
El Palau Martorell, la última gran rehabilitación de Núñez i Navarro
Continuamos con nuestro paseo por el Gòtic desde la Catedral de Barcelona. A riesgo de perdernos de nuevo por sus callejuelas, proponemos seguir siempre en sentido hacia el mar hasta nuestra siguiente parada: el Palau Martorell, un nuevo centro de exposiciones ubicado en un inmueble del siglo XIX que rehabilitamos para recuperar su esplendor, desde nuestra área de rehabilitación del Grupo. El edificio, que albergaba la Antigua Sociedad del Crédito Mercantil, fue construido entre 1886 y 1900 bajo la dirección del arquitecto Joan Martorell i Montells, destaca por su estilo neoclásico con toques novecentistas. En 1917, el Mercantil fue absorbido por el Banco de Barcelona, que más tarde quebró en 1920. La Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona adquirió el edificio en 1930, realizando reformas interiores. Durante la Guerra Civil, el edificio se mantuvo relativamente indemne. A lo largo de los años, sirvió como sede del Departament de Treball de la Generalitat de Catalunya y la Escuela de Diseño Elisava. Entre 2016 y 2019, llevamos a cabo la recuperación y adaptación del edificio, manteniendo su fachada y estructura original.
La Ribera: Los museos de la calle Montcada
Cruzamos la Via Laietana para llegar al punto más alejado del Hotel 1898 de la ruta de hoy. La calle Montcada, en el histórico barrio de La Ribera. A tan solo 15 minutos del hotel, tenemos esta antigua calle señorial llena de palacetes medievales, con grandes portones de madera que daban acceso a un patio central, destinado a carruajes, caballerizas, bodegas y estancias del servicio. En cuyo patio nacía una escalera, pegada siempre a la pared, que permitía el acceso a la planta noble, donde residían los señores del momento. Algunos de esos palacetes han llegado hasta nuestros días reconvertidos en museos o salas de exposiciones, como el MoCo Museum o el Museo Picasso.
El Museo Moderno Contemporáneo de Barcelona (MoCo) es un museo independiente con una amplia gama de inspiradoras obras de arte contemporáneo y urbano: Basquiat, Banksy, JR, KAWS, Andy Warhol… Sin duda, una colección de arte única para reflexionar sobre la sociedad actual. Aunque para entender ese nuevo arte antes es imprescindible entender de dónde venimos, artísticamente hablando. Y para ello nadie mejor que Picasso, cuyo museo nos ayuda a comprender la relación del genio malagueño con Barcelona, un vínculo estrecho e inseparable forjado en su adolescencia y juventud y que se mantuvo hasta su muerte.
El Museu Picasso de Barcelona, fundado en 1963 por Pablo Ruiz Picasso y su amigo Jaume Sabartés, es el centro de referencia para conocer la etapa formativa del artista. Con una colección permanente de 4.251 obras de su período barcelonés, el museo se ubica en cinco palacios de los siglos XIII-XIV, ejemplos del gótico civil catalán. A través de sucesivas ampliaciones y remodelaciones, el museo se ha convertido en un espacio de diálogo que ofrece nuevas perspectivas sobre Picasso y su colección. Las obras destacadas incluyen "La primera comunión" (1896), "Ciencia y caridad" (1897) y las magníficas interpretaciones de Las Meninas de Velázquez realizadas por Picasso en 1957.
El mejor final a un intenso día en Barcelona
No está mal la ruta, ¿verdad? Un día espectacular merece un final apoteósico. Tras un intenso día en Barcelona, los huéspedes y visitantes del Hotel 1898 que lo reserven podrán relajarse experimentando la tranquilidad y serenidad del Spa Siargao, ubicado en el espacio que antaño fue la carbonera y la cámara acorazada de la Compañía de Tabacos de Filipinas; sumergirse en un circuito termal equipado con piscina cubierta con hidromasaje, sauna seca, baño de vapor y cama de burbujas… O bien disfrutar de tratamientos y terapias con esencias florales y vegetales, con los que alcanzar un estado de relajación total, mediante nuestros excelentes terapeutas y productos veganos de máxima calidad.
Y como colofón para cerrar un día de ensueño hay que visitar La Isabela, la espectacular terraza del Hotel 1898 ubicada en la séptima planta. Abierta tanto para huéspedes como para visitantes ocasionales (previa reserva), permite probar exquisitas tapas de autor y originales cócteles en el área del bar, o refrescarse en la piscina (sólo huéspedes) mientras se admira el maravilloso skyline de Barcelona. Y ahí arriba, tan cerca, y a la vez tan lejos, del bullicio de Barcelona, contemplando el cielo teñirse de rojo podrás decidir si una retirada a tiempo a la habitación es un premio o si, por el contrario, también quieres descubrir el mejor ocio nocturno que rodea al Hotel 1898. Y es que, también al caer el sol, un mundo de posibilidades se abre a menos de 15 minutos del hotel. Barcelona no duerme. Ni siquiera de noche.
