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Pep Brocal: “Barcelona ha conseguido crearse un carácter desde el punto de vista artístico”

Escrito el 05/07/20 · Tiempo de lectura: 9 minutos
Pep Broncal

Su nombre es Josep Maria Brocal i Llobregat, aunque sus trabajos como dibujante de cómics e ilustrador prefiere firmarlos como Pep Brocal. Si le preguntas cómo se ve a sí mismo la respuesta es muy sincera: un artista entusiasta, currante y modesto, cualidades que también le definen en su ámbito más personal.

Desde los inicios de su carrera, ha ilustrado más de 60 libros infantiles y juveniles y ha recibido el Premio al Autor Revelación del Salón del Cómic de Barcelona. Entre sus últimos trabajos encontramos Anecdotario de Barcelona (Comanegra), con texto de Roser Messa, Cosmonauta (Astiberri) e Inframundo (Astiberri).

Hoy, charlamos con él para descubrir más a fondo el proyecto de urban art que ha desarrollado para NN Wallery, un espectacular mural que recoge su visión de Barcelona y que podéis visitar en la calle Espronceda, 254.

- Tus obras como ilustrador suelen combinar aventuras imposibles, escenarios oníricos y viajes interiores, ¿Qué intentas transmitir con ellas?

Supongo que intento hablar de lo que me importa de verdad de la buena. Por eso acostumbro a imaginar historias que traducen también dichas preocupaciones más íntimas, a veces con carga existencial, que miran de dar una respuesta personal a las preguntas filosóficas de toda la vida: quién somos, adónde vamos, de dónde venimos, etc. Procuro, eso sí, salpimentarlo de humor, por si en algún momento había alguien que se lo tomara en serio. Aunque ya se sabe que es con humor como se cuentan las verdades.

- ¿Dónde encuentras la inspiración para crear?

La inspiración está a la vuelta de la esquina, la encuentro en el día a día más inmediato. En las cosas que nos suceden a todos en cualquier momento. La vida misma es la mejor fuente donde ir a beber, así a lo bruto, hasta saciarte. Y también de las lecturas, del cine, del trabajo de gente que te importa, ya sea ilustración, cómic, pintura o macramé.

NN Wallery Brocal

- Para un dibujante de cómics e ilustrador vocacional, ¿Cómo ha sido la experiencia de participar en un proyecto de urban art como NN Wallery?

Ha sido entrar en un mundo distinto, que no conocía apenas, que se escapa un pelín de mi estricta zona de confort, o sea del ámbito de las viñetas y del mundo de la ilustración editorial que ha sido desde siempre el mío. Y por eso mismo ha sido un reto importante que he encarado con entusiasmo, con ganas de darlo todo. Mi primera reacción al recibir el encargo fue de sorpresa y emoción, como digo, impresionado también por las dimensiones del proyecto, que en principio debía ser una tira de 70 metros de largo y que luego fue creciendo.

- ¿Qué directrices te marcaron para la realización del mural? ¿o te dieron total libertad?

Me dieron total libertad creativa siempre dentro de unos parámetros tanto técnicos como estilísticos y temáticos. El tema tenía que ser Barcelona, lógicamente, con el enfoque que yo escogiera. Su arquitectura, costumbres, cultura, gastronomía, arte, lo que me diera más rabia. Luego, a parte del formato, que ya condiciona lo suyo al ser tan estirado, estaba la restricción de la paleta. Todo debía ser en negro y en tonos de verde, me dijeron, aunque luego tuvimos que añadir el naranja por una cuestión de ritmo.

- ¿Qué encontramos en el muro de obra de Espronceda 254?

Pues una visión de la ciudad, con todo lo que me parecía que debía estar representado. Quería darle un tratamiento sintético, reducido al mínimo indispensable en cuanto a color y forma. Pero también conferirle dinamismo al conjunto, frescura si lo prefieres. Plasmar esa sensación de vida en movimiento, de infinidad de detalles y personajes que se solapan a distintos niveles, cada uno a su rollo, cada uno en su propia película y todos ellos desparramados en un paisaje común del que también se sienten parte. Es que Barcelona es bastante esto que digo, me parece.

- En Espronceda se te plantea un enorme lienzo en blanco para dejar volar la imaginación, ¿Cómo fue el proceso de creación de la obra? ¿Tuviste claro desde el principio qué querías plasmar?

Lo primero que imaginé fue una tira como de cine Nic en la que hubiera de fondo una franja superior con todo el skyline de la ciudad, como una tramoya muy plana y esquematizada con lo más típico del urbanismo barcelonés, la Sagrada Familia, Colón, la torre Agbar, las torres gemelas, la catedral, el Arco de Triunfo, Montjuic, etc. La idea era muy teatral, lo digo en sentido positivo. Una vez situada la franja del contexto, quería todo el espacio restante, la franja inferior, para ir combinando personajes típicos y no tan típicos de la ciudad. Con absoluta libertad de movimientos y por lo tanto sobre fondo verde plano, para ir jugando compositivamente a alternar tipos de toda índole y pelaje, fauna urbana en general, siguiendo un criterio tanto argumental como puramente estético.

- El skyline de Barcelona de fondo y toda una serie de “fauna urbana” que deambula por la ciudad. ¿Quién son esos personajes de fauna urbana presentes en tu obra? ¿definen a la gente que vive en la ciudad?

La idea, ambiciosa donde las haya, era que cupiera todo. Estuve juntando folios garabateados para tener una idea aproximada de la magnitud de la tragedia, uno a uno, pegados con celo entre sí. La tira crecía y crecía y ya me había comido el pasillo. Me faltaba espacio para tener una visión de conjunto. Al final opté por atacar el proyecto como si fueran cinco ilustraciones alargadas. Divide y vencerás, que decía aquel. Pues eso. Y ahí, en esas larguísimas tiras de papel, iba pegando y despegando con Pritt todos y cada uno de los personajes hasta quedar convencido con la composición resultante.

Quería que estuviera todo el mundo: el pizzero, la guapa de los patines en línea, el jubilado, el moderniki, los playeros jugando al voleibol, el de los tatuajes, la señora Paquita, el retratista de las Ramblas, el butanero, el macarrilla, la que va con patinete eléctrico, el chaval del monopatín, algún turista que también los hay, etc. La vida urbana en su amplio espectro, y la que me apeteciera dibujar, claro.

De hecho, he de confesar que me autocensuré un pelín, no metí otro tipo de fauna bien característica de la ciudad y muy golosa de retratar, como rateros dando el tirón, hooligans borrachos o trileros en las Ramblas, por decir solamente tres y que nadie se ofenda. Igual el resultado hubiera sido poco edificante, algo que Opisso ni se planteaba en sus tiempos. Una época más sana de la cabeza, imagino. Una vez dibujados los eliminé del conjunto por prudencia, un mural es algo que está a la vista de cualquiera.

- También haces un homenaje personal al artista y activista social Keith Haring, ¿Qué representa para ti? ¿Aparece algún otro personaje destacado?

El mural de Keith Haring, aunque es una reproducción, es de las cosas más increíbles que le han pasado a esta ciudad desde el plano artístico. Vale la pena insistir en ello siempre que se dé la posibilidad, opino.

Me hizo gracia incluir personajes más o menos significativos de la historia y la cultura de la ciudad y en definitiva del país, desde Monturiol o Ramon Casas y Pere Romeu en tándem a Joan Miró o la Caballé, pasando por Rafael Casanova, Gaudí y Floquet de Neu. Y algunos más. Benvinguts, passeu, passeu.

Pep Brocal NN Wallery

- Qué pensaste/sentiste al ver el muro terminado y plasmar tu firma en él.

Un poco de vértigo. Tanto es así que tuve que firmarlo dos veces, en el primer intento me arrugué cosa fina.

- Los muros de obra de NN Wallery son un proyecto efímero, permanecen el tiempo que permanezca la obra en construcción. Acostumbrado a que tus trabajos se mantengan “eternos” sobre el papel, ¿Cómo vives esa temporalidad?

Bien, porque ese era el sentido de la cosa desde el inicio del encargo y uno tiene tiempo de hacerse a la idea. Bien mirado, desde una perspectiva algo más amplia, nada es permanente. Nada lo será. Probablemente ni La Gioconda.

- ¿Qué aporta un proyecto como NN Wallery a Barcelona, crees que cumple su misión del mejorar el entorno de las personas? Y a ti personalmente, ¿Qué te ha aportado?

Creo que hay que aplaudir iniciativas que se preocupen por recuperar, mejorar, embellecer o simplemente cuidar el espacio público, este que es de todos. Y si ese cuidado se lleva a cabo desde parámetros de excelencia hay que apoyarlo. He podido ver la mayoría de los otros murales y todos ellos me han parecido magníficos, en serio, la muestra admirable y valiente del estilo de cada uno de los artistas invitados a participar en este ambicioso proyecto.

- ¿Ha cambiado tu percepción del urban art tras participar en el proyecto? ¿Repetirías?

Repetiría, claro. Con gusto.

El equipo de Berok ha hecho un trabajo brutal, tanto es así que los 70 metros iniciales se duplicaron para enlazar toda la manzana en obras. Alguien hizo un video que dura tres minutos dando la vuelta completa, unos 170 metros finalmente. Con ese propósito me brindé a la agencia Chârles a generarles un dibujo que encadenase el principio con el final en plan bucle y pudieran así seguir con el mural hasta Vladivostok si les apetecía. Yo, encantado.

El urban art está también por definir hacia donde puede encaminarse, hay mucho terreno por explorar y muchas direcciones hacia las cuales ir enfocando nuevos e interesantes proyectos. Tiene que haber gente, eso sí, tanto instituciones como empresas, dispuesta a arriesgar por ahí. Y luego están los outsiders, siempre los ha habido y Barcelona ha conocido unos cuantos muy buenos.

- ¿Crees que Barcelona es una ciudad que aprecia el urban art?

Sin ser una capital, y por lo tanto sin disponer de la inyección de dinero que un estado puede generar, Barcelona ha conseguido crearse un carácter desde el punto de vista artístico, solo hace falta pasearse por sus calles e ir disfrutando de su extraordinaria arquitectura. Una vez hecho eso también se puede entrar en sus museos para acabar de cerciorarse de lo que digo. El conglomerado resultante es, a mi entender, desde la moderación, sensacional. Tal como lo veo, la ciudad se ha tenido que inventar un poco a sí misma, sin contar con las facilidades de otras grandes capitales europeas, pero contando con una vitalidad en gran medida espontánea y libre. Por eso el arte urbano le es indispensable, forma parte de su piel.

NN Wallery

- Y, por último, ¿Qué proyectos tienes ahora entre manos?

Estoy metido en un par de historias que voy mareando en paralelo, como para dejarme claro que las dos me interesan por igual o quizás que las dos me agobian de la misma manera. La creación no siempre resulta placentera. Supongo que alguna de esas dos historias vencerá a la otra y en algún momento se convertirá en cómic. De todos modos, no sé lo que voy a tardar, estos procesos son muy traidores. Como en casi todo, creo que también en el cómic las prisas son una mala compañía.

Si quieres descubrir todas las obras de los artistas de NN Wallery, el proyecto de urban art impulsado por el Grupo Núñez i Navarro en colaboración con Norma Editorial, puedes visitar nuestra web.