"Nuestra misión es reivindicar que la arquitectura es la cultura más importante que nos rodea"
"A la gente de la ciudad le cuesta entrar en los bares de los hoteles y por eso son edificios muy demandados durante el OpenHouse".
Quedamos con Elisenda Bonet, Directora del Festival de Arquitectura 48hOpenHouseBCN, en el GranVía, el hotel que este año se estrena en el Festival los próximos 21 y 22 de octubre, y donde, casualmente, ella celebró su primera comunión. "¡Nada que ver a como es ahora! El Gran Vía siempre ha sido un espacio interesante por toda la historia de Doritea Chopitea que tiene detrás. Pero es importante que haya proyectos como este, que quieran mantener la historia y mejorar el espacio. Con esta reforma se hace patente que hay un interés por el diseño y la arquitectura de calidad y considero que es muy positivo para la ciudad que este hotel se una a un proyecto cultural como el Open House. Los hoteles son espacios donde la gente de la ciudad no entra habitualmente, le cuesta quedar en los lobbies a tomar algo y por eso son espacios muy demandados durante el OpenHouse ".
- Elisenda, eres arquitecta de profesión, ¿cómo empezaste el Open House?
Yo me dediqué desde el principio a la comunicación del mundo de la arquitectura e hice la primera página web del departamento de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona. Con un grupo de amigos hacía tiempo que hablábamos de la posibilidad de traer a Barcelona este evento de arquitectura, que ahora hará 25 años desde su inicio en Londres. En el 2009 estos amigos fueron a conocerlo de primera mano y les pidieron poder unirse como Barcelona. Finalmente, se creó una asociación sin ánimo de lucro para poner en marcha el Festival. Tuvimos la primera página web de todos los festivales que existían por entonces, 8 o 9 a parte de Londres. Pero a partir de la entrada de Barcelona hubo un crecimiento exponencial, y ahora son 36 ciudades repartidas por los 5 continentes.
- ¿Los beneficios del Open House son más para la ciudad o para la ciudadanía?
De cara a la ciudad el beneficio es directo porque es la principal cita de Barcelona con la arquitectura, un fin de semana en el mes de Octubre de puertas abiertas a más de 200 edificios de todo tipo, forma y tamaño. Además, desde el primer año trabajamos para la descentralización de la iconografía arquitectónica encontrando nuevos referentes y estamos en todos los distritos. Ya en el año 2013 creamos la figura de la ciudad invitada y lo hicimos con Santa Coloma saltando las fronteras de río a río que contienen a Barcelona. Con Sant Joan Despí etc. todavía descentralizamos más.
Pero esto también es importante para la autoestima personal y para la autoestima colectiva de un barrio. Al igual que un hotel de 4 o 5 estrellas valora tener un edificio icónico cerca, en el momento en que te encuentras que un edificio de tu barrio en el que nunca te habías fijado es parte del Festival, lo redescubres como algo valioso. De esta manera se mejora también la promoción del barrio, se provoca que haya personas que empiecen a considerar estos edificios como parte integrante de algunos proyectos. Cualquier idea surgida de estas nuevas dinámicas es más importante que todo nuestro trabajo de difusión y descentralización.
- ¿Hay edificios que han supuesto, o todavía son, un reto para el Festival?
Este año hemos conseguido el Cuartel de la Guardia urbana de Nou Barris que forma parte del antiguo Hospital Psiquiátrico y ahora es la sede del distrito. Otros que también nos hacen especial ilusión son las cristalerías Planell y el Espacio Bomberos que teníamos previstos para el año pasado y que finalmente hemos podemos incluir en esta edición.
"Desde el Open House trabajamos para la descentralización de la iconografía arquitectónica"
- Desde 2013 existe la sección Open Extra, que engloba la actividad de la asociación el resto del año. ¿Qué destacarías?
Hace unos meses que hemos editado un libro fruto de nuestro laboratorio de investigación en el que reflexionamos sobre maneras de contar la ciudad y la arquitectura que sean cercanas al ciudadano y dirigidas al no profesional. Este libro se llama "345 maneras de vivir en Barcelona", está editado en 3 idiomas y recoge los 345 edificios que han participado en el Festival durante los primeros 6 años, componiendo una interesante guía visual de la ciudad.
También queremos destacar el proyecto Gran Open Extra, que es inclusivo para el colectivo de personas mayores. Se escogen cuatro edificios del Patronato Municipal de la vivienda dedicados a las personas mayores y durante 1 mes se hacen talleres de arquitectura y expresión teatral con el director y actor de teatro Oscar Molina para que ellos mismos sean quienes expliquen durante el OpenHouse los edificios donde viven. Es decir, que es doblemente inclusivo: tiene una parte educativa y otra cultural para que las personas mayores disfruten más de su casa y porque forman parte de un festival que mueve 60.000 personas aportando valor a los visitantes. Realmente, para el público es muy emocionante. Yo he ido cada año a ver uno de estos edificios y se te pone la piel de gallina cuando ves cómo se integran nuestros mayores.
- ¿Has notado el aumento de turistas interesados en propuestas culturales a lo largo de estos años?
Nuestro público de referencia es cercano, Barcelona y alrededores. Pero, cada vez nos llegan más consultas de extranjeros para organizar viajes y participar en nuestro crowdfunding, que entre otras ventajas que permite un acceso rápido a los edificios. Este año, viene un grupo de 20 suizos; el año pasado había un grupo de australianos que estaban visitando todos los Open House del mundo. En general son arquitectos o personas sensibilizadas por la arquitectura. Claro, que la Oficina de Turismo de Barcelona tiene el Festival en su agenda y no sabemos para cuánta gente es un aliciente a la hora de organizar su viaje.
- El público del festival es generalista, ¿pero hay una programación para los profesionales?
Tenemos dos secciones relacionadas: el Open Green, la arquitectura desde el punto de vista de la sostenibilidad. Aborda la arquitectura del futuro, de qué manera estas máquinas de habitar que son los edificios pueden ser más eficientes, menos contaminantes tanto gracias a los materiales con que están hechos como a sus sistemas de ahorro energético, de reciclaje de sus residuos, etc. Y el Open Infraestructuras, que nació por la necesidad de reivindicar infraestructuras del área metropolitana como paisaje construido. Todo el mundo necesita unas infraestructuras, aunque muchas veces no las queremos cerca de nuestra casa. Queremos reivindicar su necesidad y enseñar como cada vez se adaptan mejor a la pequeña escala de los ciudadanos. Tenemos Sant Joan Despí, donde confluyen los depósitos de las aguas del Ter y el Llobregat que proveen toda el área metropolitana y que han construido unas pistas de squash encima para el vecino cercano. Nos gusta mucho explicar esta doble escala. Como la de la incineradora del Fórum, por ejemplo.
- Ahora se habla mucho de las Smart Cities: ¿qué papel tiene la arquitectura en ellas?
Desde la Asociación impulsamos el proyecto Museo a Cielo Abierto que busca disponer de la información en el mismo edificio gracias a las nuevas tecnologías y los smartphones. Ya hemos etiquetado 30 edificios con códigos QR y chips NFC que están en Nou Barris y Sant Andreu. Pero queremos mejorarlo tecnológicamente añadiendo balizas que se llaman beacons[1] y extenderlo a toda la ciudad, pero necesitamos encontrar financiación. Eso sí que sería descentralizar y poner en valor la ciudad durante todo el año, crear nuevas oportunidades culturales o de negocio. Por ejemplo, si hay un beacon a un edificio y tú pasas con un Smartphone que detecta su señal, tu móvil empezaría a vibrar e informarte sobre el edificio, sobre lo que se está haciendo en él, etc. Se podrían utilizar para proyectos culturales o proyectos escolares aprovechando estas mismas balizas.
- De todo lo que hemos hablado se desprende que la arquitectura es el arte que no se ve, donde vivimos, pero curiosamente no se considera en los currículos de arte escolares
Como la arquitectura es un arte funcional, cuesta visualizarla como arte y como hecho cultural. Se añade la problemática de que si no eres arquitecto o no te has formado sobre arquitectura por un interés personal, tienes ciertas carencias para tener criterio y disfrutar más y mejor de la ciudad y de los edificios donde vives o trabajas. Por eso también abrimos edificios públicos, que normalmente no son de fácil acceso, para que el ciudadano tenga un retorno de cómo se invierte su dinero. Este año abrimos el complejo Valle de Hebrón y se explicarán varios edificios y los nuevos objetivos de apertura a la sociedad del campus, que se ha reformado hace 4 meses. Abriremos quirófanos, el VHIR (el edificio de su instituto de investigación) etc. Nosotros siempre decimos que nuestra misión es reivindicar que la arquitectura es cultura y además, la cultura más importante que nos rodea”
“Durante el OpenHouse, el GranVia abre sus puertas y su terraza con actuaciones en directo”
[1] un pequeño dispositivo (tan pequeño como una moneda) que emite señales de onda corta por medio de la tecnología Bluetooth, y que puede llegar hasta 50 metros de alcance. Similar en funcionamiento a un GPS, el beacon cuenta con una señal única por cada dispositivo, que es capaz de definir una localización y detectar y localizar otros dispositivos, como, por ejemplo, un Smartphone que cuente con una aplicación rastreadora de señales de beacon.